Fati, que estaba llamado a ser la gran estrella del Barça tras la marcha de Messi, de ahí que luzca el 10, nunca logró consolidarse. A pesar de las múltiples oportunidades, su rendimiento ha sido muy irregular y Flick ya no cuenta con él. La última muestra fue su gris actuación en Valladolid, que colmó la paciencia del entrenadoralemán.
El gran problema para el Barça es el contrato de Ansu: renovó hasta 2027 con unas condiciones de estrella y percibe 14 millones anuales. Una losa que ahora Laporta quiere quitarse de encima a toda costa. El presidente culé está harto de la situación y ha dado luz verde para buscarle una salida inmediata este verano.